Existen metodologías ya muy probadas que nos pueden ayudar a ejecutar nuestra estrategia de innovación. Tres de ellas que quiero destacar son: Design Thinking (pensamiento de diseño), Lean Startup y SIT (Systematic Inventive Thinking) pues son realmente eficaces para generar innovación y están siendo usadas por las compañías más innovadoras en todos los sectores como Apple, Inditex, Starbucks, BBVA, Ikea, Tesla, Google, Samsung, Amazon, Airbnb, Audi o Nike, por nombrar algunas de las marcas más conocidas.
Pero la lista no se limita a grandes empresas y marcas sino que estas metodologías están siendo usadas por todo tipo de empresas, desde grandes a pequeñas, y en todo tipo de sectores por lo eficaces que son. También son utilizadas por muchos emprendedores que han encontrado en ellas una valiosa herramienta para generar innovación y construir negocios exitosos.
De las tres metodologías anteriores, tanto el Design Thinking como el Lean Startup son muy conocidas y ampliamente utilizadas. La metodología SIT es menos conocida, pero tiene una gran potencia para generar innovaciones disruptivas y está empezando a extenderse.
Aunque entrar en la descripción de estos abordajes se sale del objetivo de este capítulo, sí que quiero dar algunas pinceladas generales sobre ellos, su origen y su valor.
El design thinking, nace en la Universidad de Stanford en los años noventa del siglo pasado y a partir de finales de la primera década de este siglo empieza a ser utilizado por muchas empresas como metodología base para el trabajo de innovación. En palabras de Tim Brown, uno de sus creadores:
“El design thinking es una disciplina que usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo que una estrategia viable de negocio puede convertir en valor para el cliente y en una oportunidad de mercado.”
Aunque al ver esta definición se podría pensar que su ámbito de uso es el desarrollo de nuevos productos o servicios para los clientes, el DesignThinking se usa para generar todo tipo de innovaciones dentro de las empresas, organizaciones e instituciones que sirvan para mejorar su operativa, su organización, su marketing, su comunicación, su servicio al cliente, etc.
El Design Thinking es al mismo tiempo una filosofía, es decir, una manera de abordar el trabajo de innovación, y un proceso que al seguirlo nos lleva a generar esas innovaciones.
Por su parte, el método Lean Startup nace también en California, en Silicon Valley, dentro del mundo de los emprendedores para ayudarles a reducir el alto nivel de fracaso de sus proyectos, que se cifraba hasta en un 90 por ciento debido a que se desarrollaban productos y servicios que luego los clientes no querían. Este método introduce la experimentación y la iteración con los clientes como parte del proceso de desarrollo de nuevos productos o servicios. Esto evita que se invierta una gran cantidad de recursos materiales y de tiempo en desarrollar algo que luego no tenga aceptación en el mercado.
Tanto el Design Thinking como el Lean Startup comparten esa filosofía de introducir al usuario dentro del proceso de desarrollo desde el principio e ir avanzando a través de la iteración que ayuda a validar hipótesis y a descartar opciones que a nosotros nos pueden parecer válidas, pero no a los clientes.
Esta filosofía es diferente a la más tradicional en la que después de una cierta investigación de mercado se establecen unas especificaciones sobre qué y cómo tiene que ser un nuevo producto o servicio y éstas se le pasan al equipo de desarrollo que acaba produciendo ese nuevo producto o servicio que luego se pone en el mercado.
El problema de este abordaje lo encontramos en el nivel de fracaso de nuevos productos que se introducen en el mercado: cercano al 90 por ciento. Las metodologías Design Thinking y Lean Startup reducen drásticamente esta cifra.
La metodología SIT por su parte es excelente para generar innovaciones disruptivas. Como su nombre indica, se trata de una sistematización del pensamiento inventivo que ayuda a producir ideas realmente distintas de lo que existe.
El método se desarrolla en la Universidad de Columbia y está basado en el análisis de las innovaciones más disruptivas y cómo se llega a ellas. El resultado de ese trabajo fue el desarrollo de esta metodología que se está empezando a extender por el mundo y a ser usada por muchas empresas para generar ideas de innovaciones realmente originales e inventivas de una manera sistematizada.
Podríamos decir que SIT lo que ha hecho ha sido sistematizar la invención.
Como se ve, las herramientas a nuestra disposición para generar innovación y que nos vaya bien en esta nueva Economía de la Innovación son múltiples, por lo que no nos encontramos “desarmados” ante este nuevo escenario de negocios y el reto que implica.
(Extracto del libro Volver a crecer).
Comentarios
1 Comment
Carlos Gil Galvez, MD
El el campo del envejecimiento y la vejez este tipo de ideas disruptivas son de fácil aplicación teniendo en cuenta la diversidad y la complejidad acumulada de los que envejecen camino al 2060 sin fronteras.